Todos los días nos inclinamos a rezarle a un cerdo, llamese este iglesia, estado, dinero o poder.
Todos los días nos acostamos pensando en ese cerdo, sucio, y hambriento de basura.
Todos los días miramos a ese cerdo y nuestros mismos ojos nos engañan.
Todos los días le rogamos a un cerdo creyendo que es mejor que nosotros.
Si encontrás tu cerdo, hacete un favor, y cometelo para Navidad.
Felices fiestas.
3 comentarios:
Jejeje muy sarcástico... Me gusta... ¿Y si vos fueras mi cerdo?
NO ME COMAS! tengo muchas grasas y no querrìas un bypass
MARCH OF THE PIGS
dijo NIN
saludos
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